Lo más divertido de la electrónica, es combinar este saber, con lo que se encuentra al alcance de la mano, porque ahí es donde el ingenio cobra vida. Esta aventura, podría ser tan simple como encender una pequeña luz, para detectarla luego, con el sensor adecuado. Un sencillo principio como éste, se puede convertir luego, en algo tan importante como un encoder de posición como el que ilustra la imágen. Poder aplicar estos básicos principios, es tan satisfactorio como llegar a la luna.